- 3 Ene 2007
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TU BETTA Y EL OXÍGENO
El betta splendens, al igual que el resto de peces, posee branquias para la adición de oxígeno al torrente sanguíneo a través del medio líquido natural (el agua); como el resto de anabántidos, posee un órgano auxiliar llamado laberinto y situado en la parte superior de la cabeza, gracias al cual es capaz de realizar dos funciones vitales en la vida del betta (imprescindibles para su supervivencia y para completar su ciclo vital, en su entorno natural): la adición de oxígeno al torrente sanguíneo para aumentar la proporción de éste y facilitar una mezcla en su organismo, producto del medio líquido y el gaseoso, con la finalidad de producir una espuma adherente oxigenada provista de agentes bactericidas, esta espuma es la materia prima para crear y formar los nidos de burbujas que protegerán las puestas de descendientes.
Es muy frecuente encontrar información sobre la relación betta-laberinto, pero resulta igualmente frecuente que esta información termine por confundir al lector (y a más de un criador, como comentaré más adelante). Trataré de explicarme lo más brevemente posible (que ya es decir).
Cuando accedemos a la información sobre el laberinto del betta descubrimos que es un órgano para tomar oxígeno del aire; esta información es del todo cierta, pero requiere un matiz: El laberinto ayuda a aumentar el nivel de oxígeno en el torrente sanguíneo, pero no es capaz de abastecer al organismo del betta de todo el oxígeno que demanda éste para realizar sus funciones vitales, por tanto, el laberinto es un órgano auxiliar, y no principal, para la respiración del betta. Está compuesto de muchas laminillas de grosor muy fino, con mucho riego sanguíneo y por las que toman el oxígeno para mezclar en el organismo.
A pesar de no ser el órgano principal para la respiración sí que es de suma importancia, pues tanto en su entorno natural como en cautividad (por lo general en acuarios o recipientes desprovistos de aireador) es vital para enriquecer la mezcla de oxígeno de la sangre empleando el del medio gaseoso y para compensar los niveles de CO2.
Un ejemplo real de que el laberinto es un órgano auxiliar y no principal. Cuando, tras permanecer fuera del agua durante demasiado tiempo, un betta es recuperado al medio líquido a tiempo, pero agonizante. Lo reintroducimos en el acuario y (si estaba agonizando) veremos cómo va al fondo domo un plomo, luego empezará con un comportamiento espasmódico (comportamiento rampante), pasado unos minutos (si hay mucha suerte y el agua está bien oxigenada) puede que se recupere, empezará a abandonar el comportamiento rampante, para mantenerse estable en la superficie (visiblemente débil).
Con toda probabilidad morirá antes e 24 horas y posiblemente muestre manchas oscuras en su piel (hemorragias internas).
Por tanto:
- Si al reintroducir el betta en el acuario éste se repone, no debería morir deshidratado en 24 horas (vive en un medio súper-hidratado, el agua).
- Si planteamos la opción de falta de movimiento (como pasa con tiburones y otros animales marinos), o por sus consecuencias, no es probable que aparezcan hemorragias internas.
-La insuficiencia de abastecimiento de oxígeno por culpa del sobreesfuerzo y la poca capacidad del laberinto (recordemos que es casi imperceptible a nuestra vista, por tanto pequeño) sería posible si verdaderamente fuese el único órgano respiratorio, pero también le pasaría cada vez que se pelease, se aparease, se estresase, vamos que es ilógico pensar en un órgano de tan poca capacidad como órgano principal de respiración.
La explicación biológica: Ante el corte del suministro de oxígeno el cerebro baja el ritmo cardiaco y empieza a “desconectar” órganos para reservarse el oxígeno disponible (tratando de asegurar la supervivencia de la esencia del individuo, su intelecto y su conciencia, sin los que el cuerpo no funcionaría o perdería su identidad individual). Este corte llegará a afectar a diversas partes del cerebro si se prolonga el corte de oxígeno, hasta que finalmente muere el cerebro (muerte cerebral), unos minutos después del corazón (parada cardiaca, precedida de parada respiratoria).
Si cuando recuperamos al betta agonizante, ha entrado en la fase de desconexión de órganos, cuantos más órganos hayan sido desconectados mayor el peligro de muerte, además hay que tener en cuenta que el momento de quedarse sin oxígeno y ser desconectados los órganos empiezan a deteriorarse y eso se traduce en daños irreversibles, por lo general, desembocan en shocks internos y hemorragias, para finalmente originar la muerte al ejemplar afectado.
Autor: LITTL3
1ª Edición y publicación: rpichu
2ª Edición y publicación: Elma
Arreglos de texto: Elma
Fuente: www.portalpez.com
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